Desde la nada que sobre mi cierne
negro como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta
caída en las garras de las circunstancias...
no me he estremecido...ni llorado en voz alta
bajo el vapuleo del azar, mi cabeza está ensangrentada...
más no inclinada..

más allá de éste lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra
pero, la amenaza de los años me encuentra
y me encontrará sin miedo...
no importa cuán estrecho sea el camino
cuán cargada de castigo la sentencia...
Soy el amo de mi destino..
Soy el capitán de mi alma...

William Ernes Henley
(poema recitado por Mandela en su período de prisionero)

Qué agregar sobre soledades... angustias, nada apenas la lectura activa de los sentires que se comparten, frustaciones conocidas...miedos silenciosos..lágrimas secas, esperanzas firmes..deseos de no ver reflejado el dolor...la lástima en otros ojos....